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¿Por qué, «Siempre» se repite «Siempre»?

¿Por qué, «Siempre» se repite «Siempre»?

Siempre, puede ser una repetición que se usa normalmente negativamente más que positivamente. Siempre se me repite el mismo problema, el mal estar de siempre, las personas me fallan, al final todo sale mal, la misma historia de “siempre”. Normalmente la repetición de un siempre negativo indica un bucle de falta de visión que hace repetir una situación, emoción o problema.
 
 Siempre soy el mismo, o ya no soy el mismo de siempre, son dos interpretaciones de “yo”. La sensación de ser siempre el mismo en relación de que soy el “yo” que se está dando cuenta de lo que está pasando, o ese “yo” como un modo de ser que cambia o cambió. La sensación de continuidad de un “yo” en relación a una memoria de las cosas vividas, o de un darse cuenta continuo, y experiencias que pasan o se viven. Las experiencias pueden ser variadas, pero la noción de continuidad o de ser siempre “yo” en todas las experiencias indican un siempre ser el mismo.

Investigar como identificación

Este ser siempre el mismo se puede investigar como identificación con una forma o un conjunto de modos, o este ser el mismo se puede investigar reconociéndolo más esencialmente siendo el hecho de darse cuenta o presencia constante en toda experiencia. La sensación o noción de ser siempre, viene más de Ser, que de modos o forma de ser.
 
Los modos las formas son pasajeras, investigar profundamente esa sensación de continuidad, esa noción de siempre, es una posibilidad de reconocimiento de Ser. La sensación o noción y continuidad, puede ser una sencilla indicación para empezar a reconocer la realidad independiente a las ideas, y la identificación mental a modos o forma (cuerpo) de ser.

El reconocimiento experimental

Desde el reconocimiento experimental de presencia en reiterada vivencia, vivenciándola como la simultaneidad del darse cuenta y su dimensión de espacio consciente y sintiente, siendo este espacio vacío de formas, reconociendo que toda posibilidad de experimentación de formas son ese espacio o vacuidad, la forma es vacío, y el vacío es forma.
 
Esa vacuidad incluyente y trascendente, esencializada como absoluta atemporalidad y Realidad, es el más allá del más allá, y es el más central aquí de todo instante. Eso es base y realidad original de todas las posibilidades de experiencia, es la realidad que somos. Es difícil de describir y más todavía de comprender por la normalidad del funcionamiento de los mecanismos pensantes, y la falta de una profundidad de mirada. Esa mirada debe de absorberse en si misma hasta reconocer su esencialidad en sí misma. 

La especulación intelectual

Solo la especulación intelectual es un impedimento para realizar la realidad, realizar la realidad puede parecer una controversia paradójica, pues si la realidad ya es, como es que se tiene de realizar. La realidad se realiza humanamente en su reconocimiento de sí misma en si misma irradiando la mente, en una peculiar evidencia discernitiva.
 
 El estado de no saber, la ausencia de recuerdo y olvido, la intensidad de presencia vacía de contenido, son posibles indicaciones del ir más allá. Pero toda realidad experimental o temporal es manifestación de la realidad, que es más allá de la temporalidad, e incluyendo i siendo simultáneamente toda temporalidad. 

La sencillez de la belleza

La sencillez de la belleza en toda experimentación, el estado de inocencia infantil, el altruismo, la bondad compasiva, la inspiración creativa del espontaneo juego del vivir, la humilde paz de ser y estar presente simplemente, el gusto por el recogimiento contemplativo y la búsqueda de la autenticidad; todas esas vivencias son aromas de un mayor unitario realismo vivenciado humanamente, irradiado por la Realidad (Ser) de “realidades”.
 
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